viernes, 22 de enero de 2010

La niña.


Porque son, niña, tus ojos

verdes como el mar, te quejas;

verdes los tienen las náyades,

verdes los tuvo Minerva,

y verdes son las pupilas

de las huris del profeta.


El verde es gala y ornato

del bosque en la primavera;

entre siete colores

brillante del iris lo ostenta.

La esmeraldas son verdes,

verde el color del que espera,

y las ondas del Océano,

y el laurel de los poetas.

Si te ha gustado, aquí tienes el poema de Gustavo Adolfo Bécquer, completo:
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2 comentarios:

  1. Es muy bonito el poema y esta bastante bien.Publicad más como este que me ha gustado mucho.

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  2. La poesía está muy bien echa.A mi me ha gustado.Seguid poniendo mas poemas de este tipo, que al final os haceis famosas.

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