
Sus ojos son como perlas
azul cielo es su color,
pero yo no puedo verlas
pues me ciegan con su ardor.
Si estoy triste ronronea,
si estoy contenta juguetea
y siempre que le acaricio
se adormece en mis piernas.
Cuando se duerme me vuelvo
a mirar las estrellas
y allí está él, de nuevo,
agarrándose a mis piernas.